No son mis favoritos, pero amo el patrón Veneziano y Merletti. Son diseñados y producidos al norte de Italia en la misma fábrica que le manufactura a Casa Versace y Armani, pero comercializados por Elena desde Rusia. Son costosos, a excepción de la línea Essenza, pues se utilizan materiales de alta calidad, como algodón egipcio y lana de Merino.
Veneziano Rosa con lana |
Son particularmente suaves desde que los sacas de la caja debido a que son sometidos a vapor a penas salen del telar. Las colas son muy marcadas, por lo que lucen mucho y te permiten optar por una talla más chica a diferencia de los fulares cuyos extremos son menos pronunciados. Son bastante anchos, rondando en los 80 cm, lo cual es un plus para los niños grandes pero una piedra en el zapato para envolver a un recién nacido o un bebé pequeño. Su tejido es jacquard y se ofrecen en algodón, lino, seda, lana y recientemente, en cáñamo. Existen varios modelos como Reticella, Veneziano, Barocco y Merletti. Los colores son muy bonitos y vistosos. Mi favorito: Turchese o turquesa. Una desgracia que se haya descontinuado.
Veneziano Canella: el fular café más hermoso que he visto |
En casa ha vivido uno de lana (Veneziano Diamante Rosa) y cuatro de algodón: Merletti Turchese, Merletti Canella, Veneziano Canella y un prototipo del Veneziano Rosa, que, dicho sea de paso, era igual a sus hermanos de algodón, pero más costoso. Me pareció una buena opción para reemplazar su equivalente en lana, pero terminé vendiéndolo y recuperando el otro.
Veneziano Rosa, prototipo de algodón |
De los cinco, el que más me gusta y que recomiendo ampliamente es el de lana en diseño Veneziano, pues tiene una textura inigualable y la mezcla lo hace verdaderamente cómodo y resistente. Ni siquiera me molestaba lavarlo a mano. Vale cada minuto de tiempo. Y el color es hermoso: un rosa tenue y elegante con hilos de lana en color natural.
Merletti Turchese en tándem con bebé de tres meses al frente y nena de año y medio en la espalda: canguro sencillo atrás y colas en cruz al frente para sentar al pequeño |
Sin embargo, el Merletti Turquesa es una delicia. Suave, esponjado y fácil de manejar. Moldeable. Envuelve como mantequilla. Hermoso e ideal para bebés pequeños, aunque en tándem no decepciona. Solo asegúrate de ajustar bien porque tienden a ser saggy; es decir, la tela cede mucho y rebota bastante. No te asombre que las pompis de tu bebé terminen chocando con las tuyas en un amarre a la espalda. Sí, muy gracioso. De hecho, en la siguiente foto (cortesía de mi amiga Petite), puedes ver cómo mi niña no puede ver por encima de mi hombro pese a que siempre procuro que lo haga.
Tándem con Diva Milano |
En México, puedes conseguirlo con Yendi Gómez, quien es la distribuidora oficial de Diva Milano México (búscala en Facebook) o puedes pedirlo directamente en su tienda en línea.
Veneziano Canella: ¡Whisky! |
¿Desventajas u oportunidades de mejora? Las etiquetas que marcan la parte central o middle markers están cosidas con las patas. Casi siempre vienen sueltas y a punto de caerse. Son costosos innecesariamente. Desde mi punto de vista, hay mejores opciones por el mismo precio (alrededor de 200 dólares más envío) como los fulares Pavo Textiles en su línea Form, Oscha Slings e incluso fulares Didymos. Cargan y envuelven muy similar a los Kokadi por casi el doble de precio, aunque se llevan un premio en cuanto a diseños y elegancia. Sí, son muy vistosos y te harán sentir cual diva.
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